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Integración sensorial en niños: claves para su aprendizaje y desarrollo

POR Laura Fajardo Horno
26/10/2025

Integración sensorial en niños: qué es, señales de alerta

 

 

Cuando el cerebro no logra organizar lo que siente: la clave está en la integración sensorial

 

 

A veces los padres observan que su hijo “se distrae con todo”, “se cae mucho”, “no soporta ciertas texturas” o “no se concentra en clase”.
Y aunque pueda parecer solo una cuestión de comportamiento, detrás de estas señales suele haber algo más profundo: un desajuste en la forma en que el cerebro procesa las sensaciones.

 

¿Qué significa esto?

 

La integración sensorial es la capacidad del cerebro para organizar y dar sentido a la información que recibe de los sentidos: el tacto, el movimiento, la vista, el oído, el olfato y la propiocepción (la sensación del propio cuerpo).
Cuando este proceso no funciona correctamente, el niño no logra regular su cuerpo, su atención ni sus emociones, y el aprendizaje se vuelve una montaña demasiado empinada.


La Dra. Jean Ayres, creadora de esta teoría, lo resumía así:
“Las sensaciones son el alimento esencial del sistema nervioso; sin ellas, el cerebro no puede aprender.”

 

¿Por qué es tan importante detectarlo a tiempo?

 

Durante los primeros siete años de vida, el cerebro está en plena construcción de sus redes neuronales.
Si en esta etapa el niño no recibe las experiencias sensoriales adecuadas —saltar, columpiarse, tocar, oler, manipular, moverse—, su cerebro no afina las conexiones que sostendrán la atención, la memoria, la escritura y el lenguaje.


Por eso, cuando un niño:


● Se muestra torpe o se cae con facilidad.
● Reacciona mal al ruido, la ropa o el movimiento.
● Tiene dificultades para concentrarse o seguir instrucciones.
● Se frustra fácilmente o evita actividades nuevas...


No se trata de falta de interés, sino de una necesidad de acompañamiento profesional.

 

¿Cómo ayuda un terapeuta experto en integración sensorial?

 

El terapeuta no solo “estimula”, sino que interpreta lo que el cuerpo del niño comunica.
Evalúa su perfil sensorial y diseña un plan personalizado que combina movimiento, juego y emoción para:


● Regular el nivel de alerta y mejorar la atención.
● Fortalecer la coordinación y el control corporal.
● Potenciar la organización del pensamiento.
● Reducir la ansiedad y mejorar la confianza.
El resultado es un niño más disponible para aprender, más tranquilo, más conectado con su entorno.

 

 

En PasiTOs entendemos el aprendizaje como un proceso que empieza en el cuerpo.

 

Nuestro equipo de terapia ocupacional, psicología, logopedia y neuropsicología infantil trabaja de forma integrativa, ayudando a cada niño a comprender y organizar su mundo sensorial para que pueda concentrarse, disfrutar y aprender con sentido.


Si notas que tu hijo reacciona “diferente” ante los estímulos o se frustra con facilidad, no esperes a que la escuela lo etiquete.


Un acompañamiento profesional a tiempo puede cambiar el rumbo de su desarrollo.

 

Llámanos o escríbenos al 613 02 45 56 y te orientaremos en lo que necesita tu hijo/a para su mejor desarrollo y bienestar integral.