Educar en la neurodiversidad
POR Laura Fajardo Horno
07/05/2025
Educar en la diversidad
Los seres humanos somos individuos únicos, cada uno con características, ideas y perspectivas propias. Gracias a esas diferencias, la sociedad se enriquece, y se crea un entorno más diverso y dinámico.
Esas diferencias, se convierten en oportunidades para aprender unos de otros. Los diferentes pensamientos y experiencias nos permiten ver el mundo desde diferentes realidades, enriqueciendo nuestras vidas y ampliando nuestra comprensión del entorno.
Educar en la diversidad nos hace más flexibles, abriendo nuestra mente a nuevas ideas y formas de vivir. Nos enseña a respetar las opiniones y valores ajenos, a comprender que las diferencias no nos separan, sino que nos enriquecen. Además, nos permite ser más empáticos, cultivando una mayor conexión emocional con los demás y fomentando un sentido de comunidad más fuerte.
Sigue leyendo para descubrir cómo la educación inclusiva puede transformar la sociedad.
¿Qué implica educar en la diversidad?
Educar en la diversidad es un enfoque fundamental que reconoce y valora las diferencias individuales en todos los aspectos. Este enfoque busca crear un ambiente de aprendizaje inclusivo donde todos los estudiantes, tengan la oportunidad de desarrollarse y aprender en igualdad de condiciones.
¿Pero qué implica realmente educar en la diversidad?
A continuación, exploramos algunos ejemplos:
- Mostrar a los niños y niñas que las personas somos diferentes y eso es lo normal.
- Hablar con naturalidad de características físicas diferentes y también de comportamientos; hacernos la pregunta… ¿Qué puede estar sintiendo esa persona para que se comporte así? ¿porqué pensará eso?
- Aprender a ponernos en los zapatos de los demás desde pequeños nos hará más empáticos y compasivos.
- Practicar siempre con el ejemplo. Los niños son perfectos imitadores del adulto, por lo que somos nosotros los primeros que tenemos que ser tolerantes, respetuosos con el otro y comprensivos.
- Es enseñarles que todos los seres humanos tenemos capacidades únicas que pueden aportar a la sociedad.
- Es aceptar que cada persona tiene fortalezas y también debilidades.
- Educar a la diversidad es hacer frente a estereotipos y prejuicios. Es educar en valores humanos desde la infancia, es enseñar la empatía, la tolerancia, el amor y la humanidad.
Las diferencias nos enriquecen, el respeto nos une.
En una sociedad que va rápido y que nos lleva a restar poca atención en los demás. Es importante para a educar con cariño, basado en el respeto y en valores humanos.
Es un trabajo del día a día que requiere presencia y consciencia. Estar atento a los detalles y a las demás personas.
¿Cómo podemos contribuir?
- Dar herramientas a nuestros niños/as para que se hagan las preguntas correctas.
- Ayudarles a que no den cosas por sentado y que investiguen sobre el comportamiento de esa persona: ¿cómo se siente?
- Prestar atención al lenguaje que utilizamos, ¿es un lenguaje respetuoso?
- Los cuentos nos ayudan a entender a los diferentes personajes y a reflexionar. Algunos cuentos para educar en la diversidad son: “El mundo sensorial de Telmo” “el cazo de Lorenzo”, “Orejas de mariposa”, “Ponte en mi lugar”, “Te quiero tal como eres”.
El reto de educar en la diversidad y la inclusión: Un compromiso social.
Educar en la diversidad y en la inclusión no es una tarea fácil, es un reto que como sociedad debemos asumir si queremos ir hacia comunidades en las que cada persona sea aceptada. Este esfuerzo requiere un compromiso colectivo para construir un futuro donde la equidad y el respeto sean la base de nuestras interacciones.
¿Crees que falta formación específica en los centros educativos? ¿no se comprende la forma de aprender de tu hijo/a?
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Laura Fajardo
Terapeuta Ocupacional especializada en neurodiversidad
CEO Proyecto PasiTOs
