Cuando el cuerpo no responde… la autoestima también sufre
POR Laura Fajardo Horno
26/10/2025

Cuando el cuerpo no responde… la autoestima también sufre
¿Cómo afecta la coordinación motriz al aprendizaje y la seguridad emocional?
Muchos niños quieren correr, jugar, participar en clase… pero algo en su cuerpo no les responde como esperan.
Se tropiezan al correr, se frustran al copiar de la pizarra, no pueden seguir el ritmo del grupo.
Y aunque sus familias saben que son inteligentes, sensibles y creativos, algo pasa que afecta su aprendizaje y su seguridad emocional.
¿Y si el problema no es la motivación, sino la coordinación?
¿Y si esa torpeza que muchos adultos interpretan como “despiste” o “vagancia” es en realidad una señal corporal que necesita ser atendida?
El cuerpo como base del aprendizaje
La coordinación motriz no es solo una habilidad física.
Es una capacidad que implica al cerebro, los sentidos y el cuerpo en movimiento.
Cuando un niño tiene una coordinación adecuada, puede:
- Organizar sus movimientos
- Seguir instrucciones motoras
- Sentirse seguro en juegos, deportes o tareas escolares
- Desarrollar autonomía y participación
Pero cuando esa coordinación está alterada —como ocurre en muchos casos de trastorno del desarrollo de la coordinación (TDC), dispraxia o dificultades perceptivo-motoras—, todo se vuelve cuesta arriba.
Lo que no se ve… pero se siente
Hay un estudio que inspira este artículo que evaluó a 46 niños entre 8 y 9 años y halló que más del 50% tenía coordinación motriz baja.
Aunque los niveles de autoestima no eran alarmantemente bajos, los propios niños dijeron cosas como:
● “Soy torpe”
● “Me molesta mi aspecto”
● “Me eligen el último para los juegos”
● “Me doy por vencido fácilmente”
Estas frases no son inocentes. Son señales de que su autoconcepto se está construyendo con base en la comparación, el fracaso y la frustración.
Porque cuando el cuerpo no me deja seguir el ritmo de los demás, empiezo a creer que el problema soy yo.
¿Y el rendimiento académico?
Aunque el estudio no encontró una relación estadística fuerte entre coordinación, autoestima y notas escolares, otros estudios sí han demostrado que una buena coordinación mejora la atención, la memoria y el rendimiento.
Además, lo importante no siempre es lo que dicen los números. Lo esencial es cómo se siente ese niño al no poder completar una tarea motora sin tropezar, mancharse, frustrarse o quedarse atrás.
En Proyecto PasiTOs, unimos cuerpo y emoción. Nuestro enfoque terapéutico combina el trabajo del área de psicología y terapia ocupacional para intervenir en lo que el niño necesita de forma integral:
- Evaluamos cómo se mueve, cómo se organiza, cómo participa
- Escuchamos cómo se siente ante sus propias dificultades
- Proponemos actividades adaptadas que favorecen el éxito
- Acompañamos a la familia para reforzar la confianza desde casa
- Trabajamos en el cole, con docentes, para construir entornos más comprensivos
Si no se atiende, duele
La falta de coordinación motriz no es un “problema de gimnasia”.
Es una condición que puede afectar profundamente la autoestima, las relaciones sociales y el aprendizaje.
Y lo más doloroso es que muchos niños viven en silencio este malestar, creyendo que no valen lo suficiente.
Por eso, esperar no es la solución.
Si tu hijo/a se frustra fácilmente con actividades motoras, si evita juegos físicos, si se siente “menos” o dice que no puede… en Proyecto PasiTOs podemos ayudarte. llámanos al 6 13 45 56 y te orientaremos y acompañaremos en este difícil momento.
Porque cuando el cuerpo encuentra su ritmo, el corazón también se fortalece.
