Atención temprana: guía completa para familias
POR Laura Fajardo Horno
10/12/2025
Hay decisiones que pesan. No por difíciles, sino por íntimas. Y luego está esa intuición que no te deja dormir. Algo no encaja. No sabes si es que tu hijo va a su ritmo o si necesitáis una mano. Y no una cualquiera: una que sepa escuchar antes que hablar.
La atención temprana no es una palabra rara ni una etiqueta. Es ese salvavidas silencioso que muchas familias no sabían que necesitaban hasta que lo probaron. Porque no siempre hay que esperar a un diagnóstico para actuar.
Este texto no es una receta mágica. Pero si estás aquí, seguro que puede ayudarte.
Si te quedas hasta el final, esto es lo que te llevarás
Aquí no hay tecnicismos. Hay realidades. Las tuyas, las nuestras, las de tantas familias que empezaron igual: con preguntas.
- ¿Es normal esto que le pasa a mi hijo?
- ¿Y si me estoy preocupando por nada?
- ¿Qué es exactamente eso de la atención temprana?
- ¿En qué momento debería hacer algo?
Si alguna de esas frases te suena familiar, sigue leyendo. Hablaremos claro. Y te enseñaremos cómo trabajamos desde Proyecto Pasitos para que puedas respirar un poco más tranquila.
¿Qué es la atención temprana (cuando la vives en casa)?
Olvídate de los folletos. La atención temprana no es un conjunto de servicios. Es una manera de mirar, de actuar, de acompañar.
Hablamos de bebés y niños de 0 a 6 años que tienen (o pueden tener) alguna dificultad en su desarrollo. A veces es evidente. A veces no tanto. Por eso no se trata de diagnosticar, sino de observar, intervenir y prevenir.
Dicho fácil: es sentarse en el suelo con tu hijo, verle jugar, moverse, comunicarse. Es detectar a tiempo. Es ayudarte a ti a entender mejor lo que le pasa. Es daros herramientas.
¿Por qué entre los 0 y los 6 años? Porque el cerebro no espera
Lo dicen los expertos: los primeros seis años no vuelven. El cerebro en ese momento es como una plastilina caliente. Lo absorbe todo. Lo transforma todo. Lo aprende todo. Ahí es donde más podemos hacer.
¿Un dato? El 90% del desarrollo cerebral ocurre antes de los 5 años. Si ves algo que te hace ruido, cuanto antes actúes, más impacto tendrá. No es alarmismo, es oportunidad.
Señales que suelen pasar por alto (y no deberían)
Cada niño es un mundo, sí. Pero hay ciertos comportamientos que, si se repiten, conviene mirar con más calma.
En bebés:
- No sonríe, ni busca la mirada.
- Llora mucho sin consuelo claro.
- No reacciona a sonidos o voces.
- No muestra interés por juguetes o personas.
Entre 1 y 3 años:
No señala, ni usa gestos para comunicarse.
- Le cuesta moverse con seguridad.
- Tiene rabietas intensas, casi diarias.
- No imita juegos simples o hace juego simbólico.
De 3 a 6 años:
- No habla, o habla muy poco y de forma ininteligible.
- No se relaciona con otros niños o evita el contacto.
- Muestra obsesión por rutinas o repite conductas sin sentido aparente.
- Reacciona con mucha ansiedad a los cambios.
Nadie conoce a tu hijo mejor que tú. Si algo no te cuadra, escúchate.
¿Cómo es una intervención real de atención temprana?
En Proyecto Pasitos, trabajamos donde pasa la vida: en casa. Y eso lo cambia todo.
Paso 1: Observamos sin juzgar
La primera sesión no es terapia. Es exploración. Miramos cómo juega, cómo se mueve, cómo reacciona. Charlamos contigo. Nos interesa su historia, no solo su conducta. Y también la tuya.
Paso 2: Diseñamos un plan a medida
Nada de copiar y pegar. Cada niño tiene su ritmo. Por eso diseñamos objetivos concretos, alcanzables, ajustados a su día a día. Y tú formas parte del proceso. Siempre.
Paso 3: Jugamos en serio
Porque el juego es el mejor vehículo. En cada dinámica hay intención. Movimiento, comunicación, regulación emocional... Todo lo que trabajamos está disfrazado de juego.
Paso 4: Recalculamos constantemente
Lo que hoy funciona, mañana puede no servir. Evaluamos constantemente. Y ajustamos. Porque no hay desarrollo sin curva, sin subidas y bajadas.
¿Quién interviene? Más de los que imaginas
Somos un equipo. Un engranaje. Porque no hay una sola forma de ayudar.
- Terapia ocupacional: trabajamos la autonomía: vestirse, comer, jugar, participar.
- Logopedia: si hay dificultades para hablar, entender, comunicarse o tragar.
- Psicología infantil: para regular emociones, conductas, miedos, vínculos.
- Integración sensorial: cuando el mundo exterior resulta demasiado ruidoso, molesto o desconcertante.
- Fisioterapia infantil: si hay dificultades en el movimiento o la coordinación.
Todo coordinado. Todo compartido contigo. Sin sorpresas ni tecnicismos vacíos.
¿Y si todavía no tienes diagnóstico? Puedes hacer esto desde ya
- Observar sin ansiedad.
- Anotar lo que te inquieta.
- Compartirlo con el cole o la escuela infantil.
- Buscar una valoración profesional.
- Y sobre todo: no esperar "a ver si se le pasa solo".
Lo que más nos preguntan (y lo que solemos responder)
¿Hace falta diagnóstico para empezar?
No. Y de hecho, cuanto antes se empiece, mejor.
¿Y si luego todo estaba bien?
Mejor aún. Tendrás herramientas para acompañar su desarrollo con más calma.
¿Cuánto dura esto?
No hay una respuesta única. Cada proceso tiene su ritmo. Lo importante es que sea útil, no eterno.
¿Vale también si va a cole ordinario?
Por supuesto. Coordinamos con el centro si hace falta.
No hay mapa perfecto, pero sí hay brújula
Pedir ayuda no es rendirse. Es cuidar mejor. En Proyecto Pasitos lo vemos cada día: niños que florecen, madres que respiran, padres que comprenden. A veces, solo hace falta eso: alguien que te escuche, que te acompañe, que sepa por dónde empezar.
La atención temprana no es un destino. Es un camino. Si algo de esto te ha resonado, quizá sea hora de dar el primer paso.
Estamos aquí. Cuando quieras. Como quieras. Sin juicios. Con respeto. Y con todo lo que sabemos.
