El cerebro también se alimenta
POR Laura Fajardo Horno
28/06/2025

“El cerebro también se alimenta”
En el desarrollo infantil, solemos hablar de conducta, aprendizaje o diagnóstico. Sin embargo, hay un aspecto que muchas veces ignoramos: la alimentación infantil. ¿Qué relación tiene lo que come un niño con su manera de pensar, sentir o comportarse? Mucha más de la que creemos.
Desde Proyecto PasiTOs, proponemos una mirada más integral, donde la nutrición no es un complemento, sino un pilar clave del neurodesarrollo. Porque sí: el cerebro también se alimenta.
Lo que comes moldea cómo piensas na dieta rica en azúcares, ultraprocesados y cereales refinados, especialmente en el desayuno o en la merienda, tiene efectos directos sobre el sistema nervioso.
Un desayuno típico a base de galletas, zumos azucarados o cereales industriales no solo llena el estómago. También sabotea el aprendizaje desde la base: la química cerebral.
En lugar de aportar energía sostenida y nutrientes esenciales, estos alimentos provocan una montaña rusa de picos de glucosa, bajadas bruscas y alteraciones del estado de ánimo.
¿Qué ocurre en el cuerpo con los alimentos ultraprocesados?
Cuando la dieta diaria se basa en productos industriales, altos en azúcar y grasas trans, el cuerpo y el cerebro sufren consecuencias reales:
● Picos de glucosa: Generan hiperactividad, irritabilidad y dificultades de concentración.
● Inflamación crónica de bajo grado: Afecta la plasticidad neuronal, clave para el aprendizaje y la memoria.
●Déficit de micronutrientes esenciales: Como hierro, zinc, magnesio, omega-3 o vitaminas del grupo B, fundamentales para la atención, la memoria y la regulación emocional.
Estas alteraciones son especialmente graves en niños con TDAH, autismo o dificultades del desarrollo, cuyo sistema nervioso ya está en alta demanda. Una alimentación deficiente en estos casos es como echar gasolina a un motor que ya está forzado.
¿Cómo afecta la mala alimentación al rendimiento escolar?
Los efectos no se notan solo en el cuerpo: se reflejan directamente en el aula.
● Niños que no pueden concentrarse, no por falta de motivación, sino por inestabilidad metabólica.
● Conductas explosivas o irritabilidad que no siempre mal comportamiento sino consecuencias de un pico glucémico mal gestionado.
● Problemas de memoria, lenguaje o aprendizaje asociados a una baja ingesta de grasas buenas y nutrientes clave para el desarrollo neuronal.
¿Qué proponemos?
En nuestra intervención con niños neurodivergentes promovemos un enfoque holístico y terapéutico, donde la alimentación saludable es parte del plan terapéutico:
● Terapia en el propio domicilio
Donde establecemso objetivos en cuanto a alimentación, hábitos y rutinas que favorezcan al niño/a así como mejorar la integración sensorial y motril de la zona oral.
● Acompañamiento respetuoso
Sabemos que hay casos de selectividad alimentaria, sobre todo en autismo. Pero eso no significa resignarse. Desde el respeto y sin imposiciones, se pueden introducir cambios progresivos, y esto incluye que la familia sea una aliada diaria. De esta forma la evolución es mucho más rápida.
● Alimentación real y variada:
Incluir alimentos ricos en grasas saludables (como el omega-3), fibra, proteína de calidad, vegetales, frutas y antioxidantes. Lo simple, natural y sin etiquetas es muchas veces lo más potente.
● Enfoque neurofuncional
Lo que comemos no solo nutre el cuerpo: nutre o bloquea al cerebro. Comprender esto permite diseñar estrategias terapéuticas más efectivas que no se limiten al entorno escolar o al comportamiento observable.
Comer bien no es una moda. Es neurociencia aplicada La nutrición en la infancia no puede seguir relegada a un plano estético o secundario. No se trata de estar delgado ni de modas saludables.
Se trata de dar al cerebro lo que necesita para aprender, gestionar emociones y desarrollarse de forma óptima.
Si solo miramos los problemas de conducta, el déficit de atención o la falta de autonomía sin revisar los hábitos alimentarios, estamos trabajando con una visión incompleta.
Una simple merienda puede ser un acto terapéutico... o un freno invisible al aprendizaje.
¿Quieres mejorar el aprendizaje y desarrollo de tu hijo/a?
Desde Proyecto PasiTOs te invitamos a mirar más allá del diagnóstico y de las etiquetas. Si tienes inquietudes sobre cómo la alimentación puede potenciar (o frenar) el desarrollo de tu hijo/a, estamos aquí para ayudarte.
Llámanos al 613 02 45 56 y hablemos sobre vuestros desafíos diarios.