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El Estrés de las aulas Mata el aprendizaje

POR Laura Fajardo Horno
28/06/2025

¿Qué falta en las escuelas para ser realmente inclusivas?

El Estrés de las aulas Mata el aprendizaje


En España, la mayoría de los niños neurodivergentes (como aquellos con autismo, TDAH, dislexia, altas sensibilidades sensoriales o trastornos del procesamiento sensorial) se enfrentan a un entorno escolar que no responde a sus verdaderas necesidades.


Y no hablamos sólo de adaptaciones curriculares o apoyos específicos (aunque también suelen ser insuficientes). Nos referimos a algo más profundo: el diseño estructural, emocional y sensorial de las aulas escolares, que no contempla las particularidades de los cerebros neurodivergentes.


¿Qué falta en las escuelas para ser realmente inclusivas?


En nuestro país, sigue siendo una excepción encontrar aulas inclusivas que:
● Comprendan lo que implica una sobrecarga sensorial
● Adapten rutinas y espacios desde un enfoque neurofuncional
● Integren la terapia ocupacional en el entorno escolar, como parte del día a día, no como un recurso añadido o externo
Estas carencias provocan un impacto directo en el aprendizaje y el bienestar emocional de los niños.


¿Por qué el estrés en el aula bloquea el aprendizaje?


Cuando un niño vive en modo supervivencia, su cerebro no está en condiciones de aprender. Esto es lo que ocurre en muchas aulas:


● Ruidos constantes y no regulados
● Luces fluorescentes agresivas
● Cambios imprevistos de actividad
● Ritmos rápidos e inflexibles
● Falta de zonas de calma o espacios reguladores


Para muchos niños con autismo o alta sensibilidad, el aula se convierte en una trinchera diaria. En lugar de ser un lugar seguro para explorar, conectar y aprender, se transforma en un entorno hostil que activa su sistema nervioso de forma continua.


Las consecuencias: desregulación, etiquetas y agotamiento familiar 

Mientras no abordemos el estrés sensorial y emocional en las aulas, seguiremos viendo:


● Niños desregulados etiquetados como mal comportamiento.
● Estudiantes que se desconectan emocional y cognitivamente como mecanismo de defensa
● Familias agotadas, que reciben más juicio que apoyo Este tipo de dinámicas no son fruto de una mala crianza ni de la falta de esfuerzo del profesorado, sino de un sistema educativo que necesita actualizar su mirada y sus prácticas.


¿Qué proponemos?


Desde Proyecto PasiTOs, proponemos una transformación educativa basada en la neurociencia, el respeto a la diversidad y la intervención real en el entorno escolar:


● Intervención dentro del aula: no basta con que la terapia sea fuera. El niño necesita estrategias que funcionen en su entorno real.


● Enfoque sensorial y emocional: desde la terapia ocupacional pediátrica y el trabajo en red con otros profesionales (psicólogos, logopedas, educadores…).


● Formación docente: ofrecemos capacitación a equipos educativos para que puedan detectar, prevenir y abordar la desregulación sensorial y emocional con herramientas reales.


● Acompañamiento a familias: no solo desde la teoría, sino desde la escucha activa, la contención emocional y la acción coordinada.


Una escuela inclusiva va más allá de la teoría.

No basta con declarar que un colegio es inclusivo. Una escuela solo es verdaderamente inclusiva cuando todos los niños pueden estar allí siendo ellos mismos sin pagar un precio neurológico o emocional diario.


Esto implica:


● Aprender sobre cómo funciona el cerebro infantil y adolescente
● Aceptar que existen diferentes formas de procesar el mundo 

● Adaptar las metodologías, los espacios y los tiempos de aprendizaje a las necesidades del alumno, no al revés
En PasiTOs no solo intervenimos: también alzamos la voz. Porque ningún niño debería aprender en un entorno que lo desconecta de sí mismo.


¿Quieres mejorar el entorno escolar de tu hijo/a?


Si eres padre, madre o docente y quieres conocer nuestro enfoque, mejorar el aprendizaje y el neurodesarrollo de tu hijo o alumnado, contáctanos sin compromiso en el 613 02 45 56.


En Proyecto PasiTOs no solo intervenimos. También alzamos la voz.


Porque la educación inclusiva no es un ideal, es una necesidad urgente.

Y empieza por entender que el estrés escolar puede matar el aprendizaje, pero también que un entorno seguro y regulador puede salvarlo.